Vistas de página en total

viernes, 30 de septiembre de 2011


Plaza: sobre tu umbral de sombras
su voz sube como una letanía
al silencio verde de tus árboles.

Los caminos son temblores de dicha
bajo la llamarada azul de tanto cielo.
La ciudad se rompe bruscamente
contra el regazo de tus esquinitas verdes.

Anntonio Machado

El altar mayor de la Iglesia



Los golpes de la vida te hacen más humilde, Dios es quien te sostiene de pie...




Altar mayor de la Iglesia local, antes de la ampliación.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Festejo en la Cooperativa Agrícola Tambera de James Craik

La foto muestra un festejo de la Cooperativa Agrícola Tambera de James Craik. Se pueden ver sonrientes a los empleados de la misma, compartiendo la mesa, en una muestra de camaradería y de cooperativismo. 

Nevada en James Craik (año 1920 o 1921)

Foto de las vías nevadas (año 1920 o 1921)

Deshojamiento
La nieve casta su perdón desmiga
Sobre la oscura ancianidad del suelo
cuando la tierra ya no puede, amiga,
calladamente se deshoja el cielo.

Así el espino y el parral y el banco
visten la gracia de este nuevo adorno
el haz de leña es un osito blanco
y es una choza de esquimal el horno.

Fija en la mía tu mirada pura
pues dan mis ojos a un paisaje interno
y mira cómo nieva tu ternura
sobre mi triste corazón de invierno.

                                                              José Pedroni

martes, 6 de septiembre de 2011

El sueño hecho realidad

Dos jóvenes muy amigas, que compartían todo: sus secretos, sus cosas, sus pensamientos y todo lo que puedan imaginarse, asistían a una escuela llamada “Albiamos José”. Ellas, por supuesto, se sentaban juntas y compartían sus tareas.
Había un grupo de chicas, muy amigas entre ellas, que no las querían (Elena y María). Siempre que las veían pasar, murmuraban entre ellas –“qué agrandadas, por Dios, son insoportables”-, y otros comentarios más.
Una noche, Elena invitó a María a su hermosa casa y se quedaron conversando hasta muy tarde. De pronto, una idea les iluminó el rostro
María: - ¡Cómo me gustaría encontrarme una bola de cristal para pedirle un deseo.
Elena: - ¿Y cuál sería tu deseo?
María: - Hacerle muchas cosas a Teresa y a sus amigas.- Teresa era una de las chicas que integraba el otro grupo.
Elena: - Nooo!!! Yo si me la encotrase le pediría tres deseos: el primero que Teresa se quedara pelada; el segundo, que Teresa se cayera a una pileta llena de agua sucia y el tercero no sé… lo tengo que pensar…
Entre charlas y charlas, se hizo muy tarde.
Elena: - Uy! María, mirá la hora que es! Vamonos a dormir, que faltaría que mañana tropecemos con la bola de cristal y no la veamos por no haber dormido lo suficiente!
María: - Faltaría eso nomás!...
Esa noche, María soñó con Teresa, y que se encontraba la bola de cristal y todos los deseos que tenía hacia Teresa se cumplían en la persona de su amiga Elena.
Cuando llegaron a la escuela, ambas miraron hacia el sitio de Teresa, que no estaba allí. Elena pidió permiso para ir al baño. Pasaron dos horas y no regresaba, por lo todos se preocuparon y solicitaron permiso para ir a buscarla.
Cuando llegaron al baño no podían creer lo que veían: allí estaba Elena, muerta, toda pelada y mojada. ..
María se dio cuenta de que había ocurrido justamente lo que ella había soñado. Miró al espejo, sin entender nada. Allí había un cartel que decía:
                             Cuidado con la bola de crista
                                         Teresa, la hechicera.

       Y ahí comprendió María el funesto acontecimiento al que Teresa la había guiado.